Durante toda su vida,Luis Buñuel fue un rebelde, hasta el último momento estuvo luchando contra sí mismo. Su interior le dictaba unas normas sobre la muerte, la fe, el sexo... que su conciencia no podía aceptar. Esta dualidad le marcó desde su más tierna infancia. Buñuel rompió barreras luchando a favor de la libertad.
A los catorce años empezaron sus dudas sobre la religión, principalmente acerca de la resurrección de la carne, el juicio final, el infierno y el diablo. Según él mismo dijo, era "católico y ateo, gracias a Dios"
.Ya con pocos años conoció la muerte de cerca, cuando un campesino de su pueblo fue asesinado por otro de un navajazo. Él se las arregló para colarse en la autopsia. Previamente, había visto cómo las aves rapaces devoraban un burro muerto y, así, cuando tuvo la ocasión, compró un burro muerto para poder ver repetida la escena: era como si disfrutase viendo cómo los buitres le arrancaban los ojos y se comían al burro, desgarrando sus carnes.
Le gustaba reflejar la visión pesimista y cruel de la vida. Así lo hizo en Las Hurdes, tierra sin pan, en Los olvidados... Sin embargo, él era pacífico y siempre estuvo obsesionado con su propia muerte. Su hermana Conchita solía recordar que de pequeña había acompañado a su hermano Luis a visitar cementerios y éste se tendía en las mesas de las autopsias. A Luis le gustaba asistir a los entierros de su pueblo, así el entierro que tiene lugar en Abismos de pasión era un reflejo de los recuerdos de su juventud, según confesó él mismo.
La visión de Buñuel chocaba con la realidad. Tenía muy presente la posibilidad de la destrucción de la tierra, pensaba en las guerras, la bomba atómica. Afirmaba que ni la libertad ni la justicia existían. El fantasma de la libertad refleja su pensamiento. Era tierno, piadoso, de vida ordenada. Tuvo una vida desahogada y una infancia feliz, pero su conciencia le llevaba a pensar en lo que él llamaba la Edad Media (los principios del siglo XX y sus miserias), es decir, las injusticias, que reflejó en Abismos de pasión, Nazarín, Él, La muerte en el jardín, La joven...
Para él, ser bromista era una forma de demostrar que estaba en contra del orden.
1 comentario:
Un perro Andaluz, me encanta esa película.
Nos la mostraron el año pasado en clases de Historia del Arte.
La verdad es que me gusta mucho todo lo que estè relacionado con el subrealismo y el dadaismo.
Y el arte en general es mi pasión <3
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